viernes, 6 de julio de 2012

En procesos de restauración...

Seguimos con la restauración de la Biblioteca Miguel del  Madrid...

Ayer empezamos con los injertos para la cantera. Es complicado. La primera vez que hago esto...pero es lo bonito de mi trabajo, que puedo aprender muchas cosas. Los canteros con los que estoy trabajando, Octavio y Ramón, saben mucho y me dieron chance de cincelar un rato la piedra para probar. Se marca la línea de límite y se cincela hacia el centro de la zona a eliminar para que la piedra se parta bien y no se desprendan pedazos que no se tienen que quitar (ahora entiendo los brazos marcados jaja).






También empezamos a retirar las letras de bronce, que se dejarán a resguardo en el inmueble, para poder recuperar la lectura que en alguna época tuvieron los marcos de cantera...recordando que el inmueble era una capilla, no una biblioteca...cuando la construyeron los franciscanos. Las letras (desconocemos exactamente cuándo se pusieron) están adheridas con cemento y con pernos de metal que invaden agresivamente la superficie de piedara, así que tenemos que cincelar con mucho cuidado, porque mi prioridad es la cantera, no las letras, para no lastimarla.




En los portones, empezamos a cortar los pedazos de madera que ya no funcionan, porque están podridos y debilitan toda la estructura. Como es básicamente la parte que sostiene todo el peso, se tienen que poner injertos de madera y soportes de metal (también vamos a cambiar los valeros de madera por unos de metal para que la puerta pueda durar así mucho tiempo sin que se venza por el peso y sin que se tenga que volver a desmontar...estoy pensando en una intervención que dure bastante tiempo, visto que somos los primeros en intervenir esos portones desmontados). Es importante que sepan que sólo estamos retirando lo necesario, yo soy muy pro-mínima intervención así que no quito más de lo necesario. Entonces serruchamos esos pedazos hasta donde empieza la madera "sana" y se desvasta un poquito más con formón para que embone ahí el injerto. Continué con la consolidación con Paraloid (que, en mi opinión, en el caso de la madera, siempre es mejor que la cola animal y en este caso, en el que la pobre está infestada de polilla, usar cola sería contraproducente pues atraería más animalitos) inyectando en las grietas y en los agujeros dejados por la polilla. Estoy repitiendo la operación en zonas bastante débiles pero que no necesitan ser eliminadas, todo con el fin de rescatar lo que más se pueda y de poder restituirle fuerza a la madera. También empezamos a aplicar el antipolilla. Utilizamos un producto que no altera la tonalidad de la madera (ya que retiramos el barniz espantoso que tenía, el color de la madera resultó ser muy bonito y quiero mantenerlo así, de hecho no voy a entintarlo y el barniz que escogí es uno transparente que no amarillea con el tiempo (es para restauración de madera), es mate y no crea una capa dura). Hice una prueba con el anti polilla en un pedazo de madera que retiramos para corroborar que no alterara la tonalidad y salió bien así que ya lo aplicamos en las dos hojas y la puertita del portón principal.







La semana que entra terminaremos con injertos de madera, la aplicación del retardante y las pruebas de barniz para el acabado final en portones... 





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