jueves, 31 de mayo de 2012

La Constancia Mexicana: restauración de pintura mural







Deterioro: -Capas de pintura aplicadas como mantenimiento del inmueble en los últimos años -Decohesión de aplanados -Resanes viejos de cemento (que perdieron su función como resane por ser inestables, presentar fisuras y movimiento, además de el material que los conforma) -Desprendimiento de capa pictórica (el color, pintura a la cal, se encontraba pulverulento y en algunos muros encontré faltantes de hasta un 60%) -Fisuras y grietas -Capas traslapadas de diseño (es decir, había dibujos traslapados aproximadamente de la misma época, lo cual nos indica que no fue una intervención posterior en la que se haya tratado de modificar el original, sino probablemente se trate de "pentimenti" o pentimientos) Empezamos con el retiro de aplanado grueso. Existía una capa gruesa de aplanado azul que se desprendía con relativa facilidad utilizando cuñas especiales. Debajo del azul existía una capa bastante fina de pintura a la cal color ocre. Esta capa tuvo que ser retirada con bisturí y con extremo cuidado para no lastimar el original. Afortunada (y extrañamente) la capa pictórica sólo necesitó una limpieza superficial con brocha. Retiramos los resanes de cemento y resanamos con cal apagada y arena terminando con un enlucido fino para lograr un acabado liso, dejando los resanes a nivel del original. Hicimos plantillas de los diseños en las zonas en donde la lectura era completa, para que de esta manera, pudiéramos reproducirlos en las zonas de faltantes. Así pudimos empezar la reintegración cromática. En lo personal yo detesto los colores al barniz (creo que ya lo he mencionado muchas veces) pero los utilizamos en este caso. Fue una intervención realizada en muy poco tiempo (tiempos de entrega que no están en mis manos) pero cada uno de los procesos fue ejecutado adecuadamente y trabajamos muchas horas extras para lograr ajustar los dos aspectos. Trabajar en andamios es algo que disfruto mucho, pero nos daban dos o tres de la mañana con el frío de enero y seguíamos trabajando para poder brindarle a la pintura mural el tiempo justo. Yo estoy muy contenta con el resultado de la intervención. Espero que los demás también.

miércoles, 30 de mayo de 2012

La Constancia Mexicana

Desde el pasado mes de enero, estoy trabajando como Gerente de Bienes Muebles. La restauración de la ex-fábrica textil La Constancia Mexicana es muy importante, porque es un proyecto de restauración integral del inmueble. Trabajamos combinando acciones de restauración y obra civil. Yo estoy a cargo de la intervención y rescate de maquinaria industrial, pintura mural, argamasas y cualquier bien mueble dentro de este maravilloso espacio. La Constancia Mexicana fue la primera fábrica textil en México, la primera que utilizó energía hidráulica (aunque muchos dicen que fue la primera en América Latina). Empezó a funcionar en 1835 y la última máquina se apagó en 1991. Esteban (Estevan) de Antuñano la fundó y fue dueño de la misma hasta su muerte en 1847. En 1934 la familia Barbaroux adquirió la fábrica hasta 1960. Miguel Barbaroux fue el último propietario de la fábrica y la cedió a los obreros como saldo finiquito del pasivo laboral que contrajo con ellos. Los trabajadores siguieron administrando la factoría hasta 1976. En 1991 cerró definitivamente sus operaciones. Fue expropiada por el gobierno del estado de Puebla. En 2004 fue proclamada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La realidad es que desde que dejó de funcionar, se convirtió en un inmueble abandonado y se deterioró en estos años. Afortunadamente en este proyecto, hemos logrado rescatar en esencia el inmueble y restaurar dignamente la lectura estructural y estética que en su época tuvo. En cuanto a obra civil se han tratado las instalaciones eléctricas, hidráulicas, se han consolidado muros (la estructura se debilitó con el paso del tiempo y el mal uso del inmueble y presentaba grietas, derrumbes, deterioro por mal mantenimiento, etc), se repusieron puertas, ventanas, se les dio mantenimiento a las antiguas, se intervinieron pisos y muros, se descubrieron columnas antiguas así como vestigios en los muros, se trató la herrería (respetando siempre su antigüedad) y demás. El grupo de Maestros y trabajadores han hecho un excelente trabajo. Por mi parte, junto con un equipo de técnicos especializados, hemos intervenido hasta ahora (en cinco meses): vestigios industriales, la fragua, pintura mural de acceso, grafitis de época, pintura mural en el vestíbulo, las dos carátulas del reloj de la fachada y los fogones originales de la cocina. Tenemos más de setenta máquinas textiles que se restaurarán. Los procesos de restauración, que bajo mi supervisión y ejecución, respetan cada uno de los principios y se llevan a cabo con extremo cuidado y profesionalismo, han sido complicados pero los resultados han sido más que satisfactorios. Les dejo algunas fotos y en las siguientes entradas explicaré la intervención de cada una de las áreas que hemos restaurado hasta hoy.

Restauración de fotografía de Jesús Reyes Ferreira

Retomando el blog, perdón por el descuido de tantos meses, les comparto que tuve el honor de restaurar una fotografía de Jesús Reyes Ferreira, a cargo del Antiquario Rodrigo Rivero Lake. La fotografía, que se iba a exponer, presentaba un buen estado de conservación en general. Tenía algunos golpes en los bordes y pequeñas pérdidas de "capa pictórica" en la superficie. La fotografía es de gran formato (1.80m x 1.00m) y estaba firmada y fechada en 1959 por el revés, montada en un soporte de madera. Después de realizar algunas pruebas de reintegración con pasteles y lápices de colores, materiales con los cuales se reintegran las fotografías, decidí utilizar gouaches porque es un material que cubre mejor debido a la textura que tiene y tiene un acabado mate, que en este caso, era el que presentaba la obra. Tuve extremo cuidado con únicamente tocar las zonas de pérdidas, visto que el gouache es un material que se diluye en agua, no mojar los bordes de las lagunas pues hubiera provocado deterioro del material original. Fue la primera vez que intervine una fotografía. Lo complicado fue imitar la textura de la impresión. La reintegración cromática seimpre es un proceso complicado en cuanto a la imitación de texturas, pero el gouache, a diferencia de los colores al barniz, simplifica esta tarea y facilita lograr este objetivo. Mi maestro Gastone, en Florencia, quien ha tenido la oportunidad (y la enorme suerte) de intervenir Caravaggios, Botticellis, Rembrandts y demás, nos explicaba siempre que el acercamiento que un restaurador debe de tener con una obra famosa o una obra de autor desconocido, debe de ser el mismo. Las obras de arte merecen el mismo respeto y cuidado sin importar su origen. Eso es algo que se me quedó grabado. En este caso, el autor era famoso y si provoca nervios o aumenta la presión en cuanto a la intervención. Antes de la reintegración cromática, realicé un registro fotográfico completo, limpié la superficie y pegué los bordes que se encontraban levantados. Utilicé prensas para fijar los bordes al soporte. Retiré depósitos y escurrimientos de la superficie con una segunda limpieza y finalmente empecé con las pruebas de color. Comencé aplicando bases de color para cubrirlas con veladuras y lograr, a base de puntillismo, una reintegración bien lograda, respetando siempre los principios de la restauración.