martes, 10 de junio de 2014

Restauración de Nag Arnoldi




Nag Arnoldi es amigo de mis abuelos y ellos adquirieron obra de este reconocido artista. Arnoldi nació en Locarno el 18 de septiembre de 1928. Actualmente es el escultor del Ticino más famoso y reconocido del mundo.
Se formó artísticamente en el taller de Lugano de Mario Chiattone, Antonio Chiattone, Carlo Cotti, Giuseppe Foglia y Philip Boldini. Inició su carrera artística dedicándose al trabajo de la cerámica y el vidrio, materiales que abandonó al poco tiempo por la escultura y la pintura a través de los cuales pudo expresar su característica interpretación poética y drama en una manera plena y libre. El fantástico mundo imaginario de Arnoldi fue representado en una serie de objetos recurrentes que a través de los años representó con sorprendente continuidad y consistencia: el circo, las máscaras, los arlequines, acróbatas y payasos, el hombre y la historia, los misterios y mitos con guerreros, caballeros, caballos y la muerte.

La profunda unidad y naturaleza dramática de la obra de Arnoldi, en el nivel temático, encontró su expresión natural en la continuidad de la escultura, que siempre ha sido monumental a su manera, basada en la contrastante tensión entre la libre expresión de las formas en el espacio y su contracción, entre la suavidad de las superficies planas y la rudeza del material.
 
Desde 1954 comenzó a exponer sus pinturas en varias exposiciones en Lugano y sus alrededores y a  participar en exposiciones en los años siguientes cada vez más importante en todas las principales ciudades de Suiza.  Se interesó por la escultura en 1960, al viajar a menudo a México (donde vive su hermano) y entrar en contacto con el arte de los indígenas mayas y aztecas y las civilizaciones precolombinas.
 
Inicia una serie de exposiciones en México, Puerto Rico, las Islas Vírgenes y en Estados Unidos.  Desde los años 70 se dedicó principalmente a la escultura.  Desde 1971 vive en Comano, Venecia alternando estancias entre Italia y la Ciudad de México.
 
 
Mis abuelos, Luis Rivera y Judith Campo murieron hace tres meses con dos semanas de diferencia así que cuando uno de mis familiares me pidió que fuera a ver este cuadro me dio mucha nostalgia. No puedo olvidar el comedor de su casa adornado por una preciosa obra de Arnoldi en el muro principal. Ellos conocieron a Nag en Suiza y entablaron una larga amistad y, admirándolo como artista, adquirieron obra suya.
 
Aunque el artista es reconocido más por su escultura que por sus pinturas, los cuadros que he visto tienen algo muy especial y característico. Los que tiene mi familia son caballos y tenemos historia con estos animales. Mi papá tiene caballos y yo competía en salto cuando era más chica.


 
 
 

La intervención  

Pensé que era un óleo, pero al parecer es técnica mixta con acrílico sobre cartón. La pintura presenta hongos en la superficie, que se crearon aún cuando por el revés no hubo contacto con alguna fuente de humedad o filtraciones de la misma. Estos hongos se encuentran en pequeños círculos entre el vidrio y la capa pictórica.


Área atacada por hongos (a través del vidrio)


Al desmontar la obra del marco me di cuenta que la persona que enmarcó la obra le pegó un papel y éste al soporte de tela de la María Luisa. Lo que es no saber hacer las cosas bien. El papel estaba infestado con hongos en la parte central y así fue como migraron a la capa pictórica. Retiré el papel con cuidado para no lastimar el soporte, sin embargo, como fue adherido con una plasta de Resistol 5000, se lastimaron ligeramente algunas áreas. Aquí es cuando un restaurador hace corajes porque los deterioros se provocan por gente descuidada.




En fin...realicé algunas pruebas de limpieza en la esquina con xilol, gasolina blanca, alcohol, agua alcohol (1:1) y salivol. La gasolina blanca funcionó perfectamente sin alterar, lastimar o retirar capa pictórica. El agua alcohol funcionó en los tonos obscuros, pero no en los rojos.
 
La limpieza inicial fue localizada en las zonas afectadas, retirando los hongos con hisopo rodado en seco y repitiendo con gasolina blanca y una solución de agua-alcohol (1:1) para retirar los residuos depositados en donde el color lo permitía. En el 95% de la superficie tratada no hubo reacciones negativas, pero en la carita del caballo los hongos marcaron el color dejando un "círculo" obscuro, daño irreversible provocado por la negligencia ajena. Posteriormente limpié en seco con brocha de cerda natural de pelo suave la superficie, retirando una cantidad importante de polvo.
 

Particular de área atacada por hongos
 
Limpieza localizada con hisopo

 
 
Aplicación de gasolina blanca / agua alcohol en área localizada

 
La parte con hongos por el revés fue limpiada también de manera localizada. Primero con una prueba de agua alcohol (aplicada por aspersión) que no penetrara lo suficiente para llegar al color. Una vez libre la superficie de hongos, se dio inicio a la reintegración cromática con gouaches utilizando poca agua para evitar que se expandiera el líquido y manchara la superficie. Se reintegraron las áreas afectadas por los micro organismos y las orillas, que se encontraban lastimadas, mismas que fueron adheridas previamente con adhesivo blanco libre de ácido. El montaje fue realizado de manera poco invasiva con esquineros transparentes y tira adhesiva libre de ácido, evidentemente evitando el sistema de montaje previo que fue realizado y que lastimó la pieza y puso la puso en riesgo.