lunes, 29 de abril de 2013

Entrevista con la restauradora vasca Ainhara Aramberri Garayoa

Les tengo otra entrevista con otra gran restauradora con quien también estudié en el I'stituto per l'arte e il restauro Palazzo Spinelli.
Ainhara y yo casi siempre trabajamos en equipo desde el principio y compartíamos el gusto por la clase de conservación y trabajamos la reintegración cromática y el resane de varios cuadros, así como las vacas del Cow Parade Firenze.
Puedo decir, que aunque nunca me gustó la reintegración cromática, aprendí mucho de ella, que, como Luisa, se le dio desde el principio así que formábamos un muy buen equipo porque a mí siempre me ha gustado mucho resanar. En Italia resanamos con stucco, elaborado con blanco de España y cola de conejo, no se usa cera como aquí. La ventaja del uso de este material es que se logra un mejor nivel y la imitación de superficie (que no se hace en México).
 
Fue también, para mí, un honor trabajar con una restauradora de tan buen nivel y cuyo trabajo siempre superó el nivel de lo que normalmente se nos pide. Además de haber sido mi compañera de piso casi tres años, a la cual considero una hermana, es una grande en esta profesión.


Ainhara restaurando una de las vacas del Cow Parade Firenze
 
 
Les dejo la entrevista:
 
Natalia: ¿Por qué decidiste estudiar restauración de arte?
 
Ainhara: La verdad es que la pasión por la restauración la descubrí tarde. El arte me ha gustado siempre, creo que lo he heredado de mis padres, pero siempre pensé que haría algo más teórico. Empecé mis estudios en historia del arte imaginando una vida como profesora o conservadora pero mientras hacía unas prácticas en la pinacoteca de Siena, tuve la suerte de conocer, observar y colaborar con el restaurador del museo. Me cambió la perspectiva que tenía del arte. Fue apasionante ver cómo una obra de arte revive en manos de un restaurador. A pesar de que el mismo restaurador intentara convencerme de que no me dedicara a esto porque moriría de hambre empecé mis estudios en restauración ese mismo año.
 
Natalia: ¿Cómo empezaste tu carrera profesional?
 
Ainhara: Mi carrera profesional la empecé supongo que como la mayoría de las personas, de prácticas. Empecé trabajando en el laboratorio de una de mis profesoras. Mucho trabajo y poco dinero pero aprendí a moverme un poco en este campo. Me enfrenté a grandes dudas y miedos ante la posibilidad de dañar una obra de arte pero adquirí cierta seguridad a medida que pasaban los meses. Estuve un año más o menos, hasta que una amiga me llamó diciéndome que su jefe necesitaba gente para un proyecto y si me interesaba. Así empezó todo...
Natalia: ¿Cuál es el trabajo más difícil o interesante que te ha tocado?
 
Ainhara: El trabajo más interesante fue el retablo de la ermita de San Roque en Hellín. No sé si fue el más difícil pero sí el más complicado. Al principio pensamos que sería un trabajo fácil. El párroco nos pidió que diéramos una capa de pintura al retablo y que doráramos algunas partes. El retablo no tenía ningún valor y el párroco no tendía dinero para encargar uno mejor, así que nos pidió que hiciéramos lo posible para mejorar su aspecto. Supongo que por costumbre decidimos, a pesar de todo, hacer unas catas y casi se me cae el bisturí de la emoción cuando vi restos de oro debajo de al menos cuatro capas de pintura y yeso. Al final resultó que lo que teníamos ante nosotros era un retablo maravilloso del S.XVI. La semana de trabajo se alargó durante meses, tuvimos que desmontar todo el retablo para trabajar mejor y para sacar a la luz las pinturas murales que encontramos detrás de capas y capas de pintura pero mereció la pena.
 
Natalia: ¿En tu opinión por qué crees que se siguen haciendo malas o desafortunadas intervenciones?
 
Ainhara: Porque restaurar cualquier tipo de obra de arte requiere tiempo y dinero y muchos prefieren ahorrar para sacar un mayor beneficio. Usando métodos más rápidos o económicos incrementan sus ganancias. Además en estos últimos años han salido al mercado muchos productos nuevos que pueden ser usados como sustitutivos de los materiales tradicionales que, a pesar de que no den los mismos resultados, a la larga son más fáciles de usar y no se requiere mucha manualidad.
 
Natalia: ¿Cuál es la importancia de nuestra profesión?
 
Ainhara: El arte es parte de nosotros. Nos ayuda a conocer nuestro pasado, es una forma de expresión y mueve millones de euros al año (museos, coleccionistas privados, subastas...). Conservar y restaurar nuestro patrimonio artístico nos ayuda a estudiar y entender ese pasado y permite a las generaciones futuras disfrutar y aprender de ese patrimonio que ni no se hubiera restaurado se perdería.
 
Natalia: ¿Te has enfrentado a problemáticas en cuanto a metodologías que te piden y crees que no deberían de ejecutarse así?
 
Ainhara: Si, claro. Creo que todo restaurador se ha encontrado en algún momento en una situación así. En muchas ocasiones el tiempo a disposición del restaurador es poco y casi siempre el presupuesto bajo, esto hace que muchos decidan usar unos materiales en vez de otros. La falta de estudios apropiados o la falta de experiencia son también, factores importantes. La verdad es que a mí me han pedido que haga de todo...engrapar un cuadro para que se sujetara, pintar en vez de reintegrar, usar materiales sintéticos en vez de naturales para acelerar diferentes procesos, cortar un cuadro para que encajara mejor...
Una vez me aconsejaron que mezclara el antipolilla y el barniz para poder así desinfectar y proteger con una sola pasada de pincel.
 
 
Aquí les dejo algunas fotos que Ainhara me envió de su trabajo...
 





Estas somos Ainhara y yo restaurando La Gloria de San Marcos en Florencia


sábado, 13 de abril de 2013

Entrevista a la restauradora italiana Luisa Castrovinci


Yo estudié la carrera en el Istituto per l'arte e il restauro Palazzo Spinelli. Además de tener grandes maestros, tuve grandes compañeras que se convirtieron en excelentes y admirables restauradoras de arte. Entrevisté a Luisa Castrovinci para compartir su experiencia en mi blog.
 
 
Luisa estudió artes plásticas antes de restauración. También, como yo, se especializó en pintura de caballete y ahora tiene su propio taller. No sólo es una de las personas más nobles que conozco, sino una de las mejores restauradoras con las que he tenido la suerte de trabajar. Lo que me impresionaba en la carrera era la manera en la que reintegraba estéticamente las obras, toda una artista. Además admiro su ética profesional, que vaya, es algo difícil de encontrar estos días.
 


 
 
 
Natalia: ¿Por qué escogiste restauración de arte como segunda carrera?
 
Luisa: Porque, cuando estudié artes plásticas, me di cuenta de poder tener capacidades para la restauración y siempre tuve un particular interés en esta profesión. Después de la escuela, tuve la suerte de poder trabajar en el taller de un restaurador en Sicilia y me dio la oportunidad de demostrar que podía dedicarme a esto. Me di cuenta que la carrera de restauración es la base pero que hay un abismo entre la misma y trabajar en un taller directamente. Desde ese momento, con esa poca experiencia adquirida, empezó mi aventura en esta profesión. Hoy me siento feliz de poder dedicarme a esto y muy afortunada, además de estar orgullosa de los resultados obtenidos.
 
Natalia: ¿Por qué crees que siguen ocurriendo las malas intervenciones? (Le pregunto esto porque me he enfrentado a la impotencia que es ver que se llevan a cabo "desafortunadas" intervenciones, como he mencionado en otras entradas y quería saber en Italia qué pasa).
Luisa: Me he dado cuenta que son varios factores:
1. La mala preparación profesional o el escaso conocimiento aplicado
2. Negligencia (cuando como restauradores creemos que podemos intervenir cualquier material y no somos conscientes de poder provocar daño irreversible)
3. El no tener como prioridad la reversibilidad de las acciones aplicadas, el reconocimiento de la obra de arte y el respeto por la misma
Natalia: ¿Por qué algunos restauradores no siguen los principios básicos de la restauración?
Luisa: Porque, para empezar, muchos tratan de reducir costos en materiales, lo cual lleva a aplicar sistemas impropios y metodologías poco éticas. Así es como un restaurador se olvida del objetivo de su trabajo y la responsabilidad que conlleva. Otros, simplemente no tienen interés en seguir al pie de la letra lo aprendido y prefieren "ahorrar tiempo".
Natalia: ¿Cuál ha sido la obra más difícil que has restaurado y por qué?
Luisa: La última pieza que restauré. Madera tallada con hoja de oro. Fue muy complicada la restauración debido al estado de conservación de la pieza, el ataque de insectos dejó bastante daño y las lagunas eran muchas, sumándole lo difícil y complejo que es la aplicación de la hoja de oro y la reintegración a tratteggio del mismo.






 
La página de Facebook de Luisa es Arte e Restauro di Castrovinci Marialuisa
 
(Cara Luisa, lo so che questa intervista é in spagnolo, ma voglio dirti che ho scritto che sei una delle persone piú belle che ho mai conosciuto e una delle migliore restauratrici con cui ho avuto la fortuna di lavorare. Grazie per essere nella mia vita.Ti voglio tanto bene)