Pintura holandés de Casparis Haanen y George Gillis Haanen
Existen cuadros que para un restaurador son piezas normales que se intervienen y se van pero existen otras, como este cuadro, que se disfrutan desde que llegan al taller.
La dueña de este cuadro, una señora holandesa que viven en México, llegó al taller con una pieza que me emocionó desde el primer momento. Cuando entregué el presupuesto sólo pensaba "ojalá si acepte, porque me muero de ganas de restaurar este cuadro".
En el bastidor se encuentra una etiqueta en holandés que me hizo favor de traducir un amigo mío holandés|colombiano y dice lo siguiente:
“Caparius Haanen, nació el 16 de Junio 1778 en Maastricht y murió el 24
de Enero 1849 en Amsterdam. A partir de 1830 estuvo viviendo en Amsterdam. En
la primera parte de su edad madura pintó interiores de iglesias y algunos
paisajes. George Gillis Haanen, nació en Utrecht en 1807 y murió en Bilsen en
1879. Estudiante de su padre Casparius Haanen y Bruno van Straaten, después
colaborador de su hermano Remingius Adrianus Haanen. Pinto interiores, paisajes
y vistas de ciudad.”
Antecedentes históricos
Georges Gillis
Haanen (1807-1879) fue un paisajista holandés del S. XIX. Hijo del pintor
Casparis Haanen y hermano de los pintores Adriana Johanna Haanen, Elisabeth
Alida Haanen and Remingus Adrianus Haanen. Fue miembro de “Arti Sacrum” en 1831
en Rotterdam y se convirtió en miembro de la Academia Real de Amsterdam en
1835. Viajó y trabajó en Austria y es mejor conocido por sus paisajes. Murió en
Bilsen.
Estado de conservación
Soporte: La tela
es un lino de origen industrial que se encuentra cubierto por una gruesa capa
de suciedad por el revés, presenta deformaciones rígidas y suaves, sobre todo
en las esquinas superiores debido a desprendimiento parcial del soporte del
bastidor, y roturas en la superficie. No se observa gran pérdida de tensión ni
marcas de bastidor. El soporte se encuentra clavado al bastidor y fue recortado
después del montaje.
Bastidor: Es de
madera y probablemente sea el original. La manufactura muestra calidad, el
travesaño es a modo “hembra-macho” y las aristas no rozan la tela y esto ha
evitado que la madera haya dejado marcas sobre la tela, lo cual es muy común en
cuadros antiguos. Tiene clavos, ataque de polilla y nidos de araña, pero no
presenta debilidad estructural significativa. En el travesaño se encuentra una
etiqueta adherida con información en holandés que significa:
Preparación:
Normalmente por la época, la preparación es de yeso y cola animal, pero no se
observa debido a que no hay faltantes en la capa pictórica y al grosor del
óleo. No se observa desprendimiento de esta capa de la tela.
Capa pictórica:
Es un óleo compacto que no presenta movimiento o señales de desprendimiento,
faltantes o abrasión. Las craqueladuras que se observan son provocadas por el
tiempo. Y existen deyecciones de insectos en la superficie así como materiales
extraños depositados en la misma. En general presenta un muy buen estado de
conservación.
Capa de protección: Se observa una capa de barniz brillante en la
superficie con zonas opacas, probablemente debido a intentos de limpieza o
repintes sobre la capa de protección. Presenta ligera oxidación que afecta la
lectura estética de la imagen pintada.
Marco: Es
probablemente el original, de madera con molduras de pasta y buena manufactura.
Presenta faltantes probablemente debido a golpes y fisuras por el movimiento
natural de la madera. El marco se encuentra recubierto por pintura dorada sobre
las molduras de pasta y por hoja de oro en las orillas. Las abrasiones dejan
entre ver un tono azul poco común en una preparación de hoja de oro, que
normalmente es color rojizo por la arcilla que se utilizaba. Las esquinas, por
el revés tienen injertos de madera para unirlas y fijarlas, dos de los cuales
fueron sustituidos en algún momento por nuevos. La madera presenta ataque de
polillas, nidos de arañas y fisuras, además de galerías dejadas por los
insectos, debilitando la estructura en áreas localizadas en el perímetro
izquierdo. El bastidor se encuentra clavado a esta estructura.
Intervenciones
precedentes: La tela tiene tres parches de tela adheridos por el revés,
probablemente en diferentes épocas. Uno es cuadro de lino grueso y fue
adherido con material sintético transparente y los otros dos, en la parte
inferior, son más antiguos, de lino y deshilados en los perímetros para posteriormente ser adheridos con cera.
Los residuos del adhesivo quedaron en la tela. Se observan repintes en la
superficie.
Intervención
En el desmontaje del marco de la pintura se observó un estado avanzado de fragilidad de la madera debido al ataque de insectos. Retiré bastantes nidos de arañas y animales muertos en recovecos entre madera y tela. El color en los perímetros fue protegido por medio de un velado a cola para evitar que se perdiera con la recuperación de plano, misma que se llevó a cabo aplicando agua caliente con una esponja (cuadro boca abajo) y calor (plancha de restaurador con peso reducido). Posteriormente "reactivé" la cera con la cual estaban adheridos los parches con calor y los eliminé, quitando también el exceso de cera con la misma plancha, retirando con bisturí y gasolina blanca el sobrante. Así la tela estaba lista para la limpieza (por el revés) misma que fue realizada en seco de manera mecánica. Esto que hacen aquí de "limpiar" con engrudo (el famoso ajedrezado) nunca me ha sonado lógico, ya que si embarras una tela con engrudo (material a base de agua) sin poder retirar realmente el 100% de ese material, éste queda incrustado en la tela con un alto porcentaje de riesgo de que mircroorganismos (hongos) nazcan. En realidad es una acción sin justificación alguna y en mi opinión bastante sin sentido.