miércoles, 26 de junio de 2013

La restauración en imágenes

Días lluviosos

Cuando tengo días muy tristes o lluviosos como hoy, regreso a mi trabajo, a mi pasión y todo mejora. Les comparto las imágenes de lo que somos, de lo que hacemos, de lo que rescatamos, curamos y amamos...



























No todos aparecemos en las fotos, pero todos estamos y dejamos en este inmueble parte de lo que somos y del cariño que le tenemos a lo que hacemos. Rescatamos lo que está lastimado, haciendo todo lo que está en nuestras manos para que sane y se mantenga fuerte por muchos años más.

sábado, 15 de junio de 2013

Entrevista con la restauradora María de los Ángeles Rodríguez Elizalde

Gela es la restauradora con la que más tiempo he trabajado. Empecé a trabajar para ella en el 2007 en mi primer proyecto como residente. Fue el de los cielos rasos para la reapertura del Museo José Luis Bello y González. Fue un proyecto increíble y no sólo encontré una gran compañera de trabajo sino una gran amiga.
 
Después colaboramos en lo que fue nuestro primer proyecto de restauración integral de inmuebles, en Zacatlán de las Manzanas (la intervención del ex convento franciscano), en el Hotel Dreams de Puerto Vallarta (restauración de mural de Manuel Lepe), en Alfeñique (que es en parte nuestro tesoro), en la ex fábrica textil La Constancia Mexicana (del lado de la buena intervención, no con AyPP), en la remodelación del Camino Real de Puebla (hoy Quinta Real) y ahora en el inmueble de la Fundación Jenkins (antes Edificio de la Ciudad de México/Fábricas de Francia).
 
Catalogadas en Puebla como el "dúo dinámico" creo que conformamos un pequeño gran equipo de trabajo no sólo porque somos la combinación de dos escuelas diferentes, sino porque mezclamos nuestra experiencia, cuidando siempre la calidad de la intervención y sobre todo porque nos apasiona de manera desproporcionada nuestro trabajo. Entre mi carácter fuerte e impulsivo y su enorme capacidad para las relaciones públicas hemos logrado mucho juntas.
 
Consolidación de cenefa del S.XVI en Zacatlán de las Manzanas
 
 
Aquí la entrevista...


1.      ¿Por qué estudiaste restauración?

Tengo una tía que es restauradora. Mi abuela tenía una colección de platos de porcelana de distintos lugares del mundo. Con el temblor del '85, en el DF, se cayeron y rompieron dos hasta quedar en muchos fragmentos. Como eran recuerdo de algunos de sus viajes, los guardó aún en pedazos. Unos meses después, mientras la visitaba, observé que los platos habían regresado a su lugar y estaban en perfectas condiciones. Cuando cuestioné a mi abuela el por qué, me dijo que mi tía los había “restaurado”, cosa que me maravilló, yo no identificaba ni siquiera las fracturas o cambio de color. Me comentó que tenía un taller, que si quería saber más me podría llevar a visitarlo. Cuando llegué, mi tía y su socio estaban restaurando un vestido y unos abanicos del S.XVIII. Algunas piezas de porcelana, un bargueño y unos cuadros. Me explicaron cada proceso que realizaron y estuve viendo durante todo el día lo que hacían. El ejercicio que conocí me entusiasmó mucho porque no solo se trataba de un oficio, si no podía explotar otras de mis grandes pasiones que eran la química y la historia. Ese día me marco para siempre. Tuve un “crush” inmediato por la restauración el cual, con el tiempo, se convirtió en un amor para toda la vida. Unos cuantos años después me invitó a pasar un día “dorando” un retablo para que conociera la dificultad del proceso y entendiera lo compleja que es la disciplina del restaurador, que no todo es el glamour del taller. Diez horas continuas de trabajo y 2 hojas de oro arruinadas después, renové mis votos con la restauración. Desde la primaria tengo claro que quería ser restauradora y nunca abandoné el propósito. A la fecha nunca he trabajado en otra cosa, ni he desempeñado ninguna actividad que difiera de la disciplina.

2.       ¿Saliendo de la carrera cómo veías tu futuro profesional?

Me visualizaba con mi propio taller trabajando obra particular y llevando proyectos para museos de manera independiente. No me gustaba la idea de institucionalizarme sin embargo, mi primer trabajo me lo ofrecieron en la ENCRyM (mi alma mater) y aprendí muchísimo y me cambió totalmente la perspectiva laboral. 

3.       Te especializaste en textiles ¿Cuál es el textil más complicado que has restaurado?

En 2004, el Museo de Historia Mexicana en Monterrey N.L adquirió una colección de 30 vestidos del S.XIX, los cuales pertenecieron a la misma persona. Eran vestidos desde su adolescencia, vestidos de viaje, de uso diario, de fiesta y hasta los vestidos que tenía cuando quedó viuda. Algunos confeccionados por modistas locales y algunos adquiridos en Francia e Inglaterra. Básicamente eran de seda y algodón. La complejidad de la restauración de una pieza de indumentaria como lo es un vestido, que está compuesta por muchas partes, muchos materiales y aplicaciones se incrementa ante el deterioro de las telas de soporte. Hay que desprender cada parte (mangas, faldón, pecheras, cuellos, etc.) para intervenirlos de manera separada y luego volver a unirlos. Si un solo vestido representa una gran cantidad de trabajo, imagínense 30, los cuales debieron intervenirse en tiempo record (6 meses) y apoyar el proceso de montaje para la exposición.

Las telas de algodón presentaban buen estado de conservación, sin embargo, las sedas estaban muy frágiles y requerían tratamientos especiales dada su fragilidad. Había elementos en los que la seda estaba totalmente despolimerizada y fue necesario sustituirlas. La suma de los factores mencionados implicó un gran reto tanto técnica como operativamente.

4.       ¿Cómo fue tu primer acercamiento a la restauración de inmuebles/proyectos integrales de restauración? ¿Cambió tu visión de la restauración? ¿En qué?

Aunque había tenido participación en proyectos integrales de restauración de inmuebles desde la formación en la carrera, fue hasta 2007 que tuve la oportunidad de dirigir la reapertura del Museo José Luis Bello y González. Definitivamente el reto más significativo es tener control de todas las actividades, su calidad, que se respeten los criterios éticos de la restauración pero a su vez cumplan con la funcionalidad requerida. Llevar la ruta crítica adecuada para que las actividades de cada área no se empaten y ajustarla a los cambios diarios de acuerdo a los tiempos de entrega o las vicisitudes presentadas. También, por supuesto, el trabajar con áreas no especializadas en la restauración y mantener en control sus procesos es, en muchas ocasiones, bastante complejo, ya que a criterio de ellos, ranurar un muro o pintar sobre aplanados originales con pintura vinílica no es atentar contra el patrimonio.

No cambió mi visión sobre la restauración pero si comprendí de manera más clara a entender las problemáticas de manera más integral, es de decir, no sólo limitarte a la obra sino entender su universo adyacente y cómo afecta sobre ésta. 

5.       ¿De los proyectos en los cuales hemos colaborado juntas, cuál has disfrutado más y por qué?

Disfruté mucho el proyecto en el Hotel Dreams de Puerto Vallarta en donde restauramos un mural de Manuel Lepe porque la obra es muy bonita, los resultados fueron espectaculares y el entorno paradisiaco. Sin embargo el proyecto que recuerdo con más cariño y que nos vinculó de manera definitiva de forma personal y profesional fue la restauración en el Templo del Conjunto Conventual Franciscano en Zacatlán de las Manzanas, sin duda marcó un hito en nuestra incursión en proyectos integrales.

6.       ¿Cómo es el proceso de gestión de proyectos?

Si entendemos que la gestión son todas aquellas acciones o trámites que se llevan a cabo para conseguir o resolver una cosa, el proceso de gestión de los proyectos culturales inicia desde la elaboración del propio proyecto.

De inicio, alguien manifiesta la necesidad de solucionar una problemática en algún bien tangible de carácter patrimonial y se establece el vínculo para la creación del proyecto entre cliente y profesionista. Se elabora el documento y debe darse inicio a los trámites entre las dependencias involucradas o licencias que acompañan al mismo. Hay que reunirse con supervisores, ejecutores involucrados, autoridades, etc. para lograr la ministración de los recursos o en su defecto participar en la licitación correspondiente para la adjudicación de una obra.

Todos estos procesos pueden llevar meses de trabajo y mucho compromiso sin perder en cuenta, que de fondo, lo importante es generar el rescate de nuestro patrimonio.

7.       En este blog se mencionó la destrucción del patrimonio en La Constancia Mexicana ¿podrías comentar que opinas de lo que pasó y ha estado sucediendo en la ex fábrica textil?

Bueno, el caso de La Constancia es muy triste desde el punto de vista que lo veas, fundamentalmente por la gran destrucción de patrimonio que representaron las actividades en la tercera etapa de intervención (etapa que no ejecutamos nosotras, sino AyPP)

Hagamos un poco de historia, durante la primera y segunda etapa se intervinieron el caserío principal, sus jardines y patios así como la zona de bodegas. En todos los sitios intervenidos se buscó rescatar el partido arquitectónico original y se respetó el aspecto primigenio o cuando menos los elementos más antiguos que se encontraron, por ejemplo, en una zona del caserío se evidenció un sistema de hidráulico que data de la época del molino, o se restauraron las letrinas y lavaderos que empleaban los trabajadores y sus familias, se rescataron pintura mural y maquinaria respetando todos los criterios éticos de la restauración y empleando los materiales y herramientas más adecuados. Tanto el caserío como la zona de bodegas son parte fundamental de la historia de la fábrica al igual que cada uno del resto de los espacios. Por eso la importancia del respeto a cada uno así como los elementos que lo distinguen.

Cuando se proyectó la tercera etapa, se planteó la intervención del caserío alto y el edificio administrativo. El último en particular, tiene, bueno tenía, los espacios más profusamente decorados de la ex fábrica. La importancia del espacio no sólo radicaba en las actividades administrativas y habitacionales del sitio, sino era el edificio que contenía mayor cantidad de pintura mural y pisos de pasta con los tapetes más bellos. Todos, ahora destruidos por la falta de conocimiento y ética de los involucrados en el proceso. Sin ningún criterio o interés por rescate o conservación de ese bello patrimonio, se retiraron los aplanados que servían de soporte a la pintura mural y se destruyeron los pisos al retirarlos para tratar el entrepiso. Las pocas piezas que quedaron las emplearon para armar unos tapetes que no tiene ninguna congruencia con los originales.

En unos cuantos meses, el edificio que representaba la esencia administrativa y estética de La Constancia es sólo un cascarón que perdió todo aquello que lo hacía único.

¿Pero a alguien le importó? No, pasó impune y a nadie le ha preocupado. Ya no hay manera de recuperar ese patrimonio perdido. Se podrán hacer réplicas o facsímiles pero nunca será el original, que con una buena intervención de restauración hubiera permanecido para que los especialistas lo estudiaran y para goce y disfrute de las generaciones venideras.

8.       Yo actualmente disfruto más participando en este tipo de proyectos, prefiriendo un inmueble y el trabajo en obra a un cuadro o una escultura ¿Cuál es tu opinión? ¿Qué prefieres? ¿Por qué?

La verdad yo sigo disfrutando los dos por igual, me encanta el reto de llevar grupos importantes de personal y el desarrollo en obra tanto como el trabajo de obras en taller. No tengo preferencia por ninguno, en obra tengo muchas actividades de organización, gestión y supervisión pero difícilmente puedo tener contacto directo con la obra. En el taller puedo realizar el ejercicio técnico y no perder mi sensibilidad ante los materiales y las herramientas.

9.       ¿Por qué crees que haya tan pocos restauradores que se dedican a este tipo de proyectos?

(Por que no quieren lidiar con los arquitectos!!!)

Supongo que de fondo, pocos quieren salir de la comodidad y libertad de tiempo que te permite el trabajo en taller o institucional. Cuando te enfrentas a los retos de insertar las acciones de restauración en la obra, la tarea requiere de asumir con total responsabilidad y disposición como profesionista cada actividad para solucionar en tiempo y forma cada proceso; y de facto la resolución de problemas técnicos, de personal, de suministro de materiales, administrativos por ejemplo, requieren una disciplina y dedicación que se reflejan en un compromiso que pocos están dispuestos a asumir.

10.   ¿Qué opinas de la restauración de arte en México?

En general pienso que existen buenos profesionistas en la materia pero somos muy pocos para la cantidad de patrimonio que hay que atender, por lo que el ejercicio lo retoman otras disciplinas que mas allá de solucionar redundan en afectación de las obras intervenidas o la pérdida de total de las mismas.

También creo que un grave problema de fondo, es el conocimiento de la profesión, poca gente sabe que es exactamente lo que un restaurador hace y cuando asistir con un especialista de esta profesión.

Por otro lado, las instituciones rectoras aún están alejadas del ejercicio de la restauración de manera particular y no hay posibilidad de controlar las acciones que se ejercen sobre el patrimonio cultural de México.

11.   Una de tus hijas quiere ser restauradora ¿la apoyarías para escoger esta carrera? ¿Por qué?

Dejando de lado el tema de la restauración, de manera personal considero importante permitir a cualquier individuo, la libertad de ejercer la profesión que elija.

Como madre, por supuesto pienso apoyar a cada una de mis hijas en sus decisiones de vida. Y de manera puntual, para mí, la restauración ha representado un ejercicio muy satisfactorio y en donde siento que realmente estoy realizando una aportación importante para mi país, por lo cual para mi sería un gran orgullo que alguna de ellas eligiera la carrera tomando como ejemplo la actividad que ejercí.

12.   ¿Cuál ha sido el reto profesional más grande al que te has enfrentado?

Todos los proyectos en los que he participado han representado un reto de una forma u otra, pero definitivamente el proyecto de La Constancia Mexicana representó un reto técnico muy importante pero también de gestión y administración. Una obra de esa magnitud, con tantos escenarios y personajes involucrados, aunado al tema financiero, aspecto en el que nunca me había visto involucrada tan a profundidad, hizo de esa intervención, sin duda, la más compleja a la que me he enfrentado al momento.

13.   Si pudieras escoger una obra que restaurar o un autor ¿Cuál escogerías y por qué?

Me encantaría poder restaurar cualquier obra de Magritte o Klimt que son dos de mis autores preferidos. También me gustaría mucho restaurar los gobelinos de la Catedral Basílica de Puebla que actualmente están en muy mal estado de conservación.
Intervención del mural de Manuel Lepe
 
Gracias, Gela, por la entrevista. Quiero dedicarle esta entrada a Arantxa que no sólo es una maravillosa personita, sino una futura restauradora. Esperando que cuando se convierta en una, tenga mejores oportunidades y pueda rescatar patrimonio artístico en todo el mundo. Con mucho cariño, nena.
So close...

martes, 4 de junio de 2013

Colores originales

Los colores marcan la diferencia

Cuando empezamos a intervenir un espacio histórico, hacemos calas estratigráficas que nos permitan ver las diferentes capas de pintura existentes, hasta llegar al soporte original. Se realizan calas de diferentes tamaños (con bisturí) dependiendo de qué se encuentre. Por ejemplo, en el ex convento de Santa Rosa (Puebla), encontramos, en la capilla, líneas negras. Ampliamos la cala y resultó ser un gran escudo dominico. En Zacatlán de las Manzanas hicimos calas en los muros y encontramos pintura en casi todos los muros, lo que nos permitió liberar imágenes y símbolos que restauramos posteriormente. Lo increíble es cambiar la lectura que en ese momento tiene el inmueble. De tener un muro liso a tener un caballero en un caballo, un escudo dominico, unas hogueras representadas por indígenas, anagramas, oro...

Durante el decapado encontramos un color plateado debajo del oro
 
En el caso de colores lisos, también cobran gran importancia. Las calas realizadas en La Constancia Mexicana, arrojaron el color rojizo que se utilizó para pintar el inmueble. La gente brincó diciendo que habíamos usado un color arbitrariamente...sin entender que no era amarilla de origen, sino roja. Lo mismo ahora. El color original es un verde claro, que en algún momento fue cubierto por un verde obscuro. Hemos encontrado dorado debajo de la horrenda pintura dorada (acabado Vinci) que hoy tiene y plateado también en algunas molduras (ayer dimos inicio al decapado en fachada). No necesariamente se tienen que aplicar esos colores (los originales), aunque sería lo idea, pero lo importante es que se registren y si, en mi opinión, se haga lo posible por rescatar la lectura original.

Se logra ver el verde claro en algunas partes

Particular

Macrofotografía del particular. Es evidente el verde claro
 

Restaurando la fachada

El travertino

La fachada del inmueble, que tiene estructura metálica, está compuesta también por travertino que presenta un grave estado de deterioro, sobre todo en la parte baja (separada por una marquesina). El travertino es la denominación de una roca sedimentaria de origen parcialmente biogénico formada por depósitos de carbonato de calcio y que es utilizada ampliamente como piedra ornamental en construcción, tanto en exterior como en interior. En la antigua Roma se usó mucho.

En las zonas kársticas formadas por roca caliza, el agua disuelve la roca y se carga de carbonato de calcio, razón fundamental de la formación de simas y cuevas, pero dicho mineral se puede depositar posteriormente en distintas formaciones (estalactitas y estalagmitas).

Estado de deterioro: grietas y fisuras (provocadas por los sismos), grafitis, golpes, faltantes, desprendimientos, movimiento de piezas, fracturas, injertos mal realizados, juntas de cemento blanco, depósitos de contaminantes, materiales adheridos a la superficie (chicles y demás), escurrimientos (tanto de pintura como de materiales extraños) y abrasión.







Procesos de restauración

Se realizará una limpieza en húmedo con agua/Canasol (al 10%) para retirar la suciedad acumulada en la superficie. Esta primera limpieza permite recuperar parcialmente la lectura. Después se quitarán las manchas amarillentas con solventes (se harán pruebas con ácido acético y alcohol). Esto se hará desde la parte superior bajando con las hamacas para completar tramos.

En otro frente, en la base de las columnas metálicas, se realizaron calas para ver la profundidad de la piedra. Hay piezas que se tendrán que sustituir porque no son originales y se encuentran fragmentadas. En el retiro de una de ellas, que se realiza cuidadosamente con martillo y cincel, hoy descubrimos dos escalones de granito originales!!! Es raro que pase esto y siempre me emociona encontrar este tipo de cosas!

En proceso de liberación, se ve el segundo escalón parcialmente descubierto
En cuanto a las juntas, se van a sustituir con mortero de cal y polvo de mármol 1:3. Nuestro gran proveedor Teocali (www.oxical.com.mx), que ahora nos preparan el mortero listo para usarse. Estamos estrenando producto! (da mucho gusto encontrarse con empresas interesadas en que su producto funcione para la restauración de monumentos históricos).