Aquí les dejo una entrevista más. En este caso es la restauradora (y gran amiga) Noemí de Madrid. Con ella compartí el gusto y el interés por la parte de la conservación, realizando juntas gran cantidad de re entelados (aprendimos técnicas que en México no se usan porque no se conocen, del gran Maestro Gastone). Con Noe, o "Chula" como nos decimos, también tengo la suerte de compartir una gran amistad que ha durado diez años a pesar de la distancia. No sólo es una gran restauradora, sino que es de mis personas favoritas, siempre con una sonrisa en la cara y una visión diferente de ver las cosas...es de las personas que siempre te inyectan alegría y es siempre una gozada estar cerca de ella.
Como restauradora, puedo decir que es excelente y que tiene mucho que enseñar.
¿Después
de terminar la carrera en Italia, cómo empezaste a trabajar en España? ¿Fue
difícil? Explicar...
Lo cierto es que fue casualidad encontrar mi
primer trabajo de restauración. Mirando la sección de empleo de un periódico en
el que no es normal encontrar este tipo de trabajos, vi un anuncio en el que
buscaban restauradores, llamé y me dijeron que si podía ir a Hellín un par de días
después. Tuve que buscar en Google maps dónde estaba Hellín pero a la semana
siguiente estaba trabajando así que creo que hace seis años era fácil encontrar
trabajo sin contactos ni experiencia en el sector.
¿Te especializaste en pintura sobre tela
y madera pero estuviste restaurando papel...cómo aprendiste, cómo fue el
proceso y qué diferencia hay con las telas? Explicar a detalle por favor
Para restauración de papel hice un curso en la
escuela de Arte & Antigüedades de Madrid con profesores de la Biblioteca Nacional
principalmente. Pero a quien considero mi mentor y amigo es a Alberto Martínez
Madruga, que me enseñó sus secretos restaurando papel, piel y pergamino en su
taller.
Acostumbrada a tratar con pintura en tela y
tabla, al principio necesitaba concentrarme en los movimientos sutiles, firmes
y a veces rápidos que exige el papel en cada proceso, a eso y a levantar la vista
de vez en cuando del trabajo y mirar lo más lejos posible por la ventana porque
los ojos duelen más que haciendo rigatino!.
Se siguen los mismos criterios y pasos que en
tela, lo principal que cambia son los materiales, eso te permite realizar
algunos procesos de modo distinto. Por poner algún ejemplo: una limpieza en
profundidad si la obra lo permite puede ser por inmersión del papel, pergamino
o piel en una mezcla de base acuosa tras aislar previamente decoración y
escritos pues normalmente reaccionan con el agua; un injerto te puede permitir
rebajar el borde de la falta del soporte original y el del injerto para que se
adapten mejor; el “re entelado”, se puede hacer incluso por las dos caras para, entre
otras razones, aislar y dar consistencia a la obra sin perder la visión de sus
detalles por la transparencia del adhesivo y papel que usamos para hacerlo; una
falta pequeña se puede rellenar con pulpa de papel con adhesivo, no se usa
estuco al no ser que la obra lo lleve en sus decoraciones por ejemplo.
¿Te has visto envuelta en algún caso de
restauraciones incorrectas que te haya hecho cuestionar tus principios como
restauradora? Explica...
La que más recuerdo fue una escultura de un
paso de Semana Santa que se repintó con
pintura industrial por mejorar su estética tras la “restauración”. La
superficie del manto, tras quitarle una capa de pintura industrial, mostraba
otra muy adherida y de aspecto similar a una piel de rinoceronte. Ésta dejaba
entrever otra capa pictórica debajo pero por la falta de tiempo como excusa, se decidió
poner otra de pintura industrial para intentar disimular el desnivel.
¿Cuál
es la obra más difícil que te ha tocado restaurar y por qué?
Un libro de 1534 de 40 x 28 cm que tenia muchas faltas
de soporte por lepismas en las tapas y todas las hojas.
Una a una, en total 642 hojas creo, me centre
en la recuperación estructural del papel teniendo en cuenta el poco uso que la
familia propietaria daría al libro y los medios que yo tenía. Aún así me llevó
nueve meses desde la limpieza superficial hasta la recuperación estética del oro
de las tapas. Fue una de las restauraciones en cuanto a injertos más larga y
meticulosa que hice hasta el momento.
¿Qué opinas de Cecilia Jiménez y la
"restauración" del ecce homo?
Que es un claro ejemplo de la situación de la
restauración en España pues en cuanto al reconocimiento de la profesión y
respeto por el patrimonio, aquí se sigue pensando como en los años 90. Podemos
avanzar en el campo de la investigación, pero seguirán pasando estas cosas o
peores mientras quien custodia la mayor parte del patrimonio siga pensando que
restaurar es como pintar la pared de la casa o que si les invitan a comidas de 100€
ellos firman como funcionarios del Estado cualquier restauración.
¿Qué materiales diferentes a los que
utilizabas en Italia usas ahora en España o usaste? ¿Cuáles recomiendas y para
qué cosa en específico?
Por ahora no he usado materiales distintos.
¿Si pudieras escoger una autor cuya obra
restaurar, quién sería y por qué?
Seguro que el hormigueo en el estómago al
tocar cualquier obra de los reconocidos como grandes maestros sería mayor, pero
lo cierto es que descubrir en una restauración cada técnica y material, desde
un clavo del bastidor hasta el último barniz, tanto química como estéticamente,
para mí es tener en mis manos otra página más de historia y me emociona siempre.