Intervención del inmueble histórico que alberga un hotel
El hoy Hotel Quinta Real Puebla ocupa el inmueble que, en el S.XVI fue el Convento de la Inmaculada Concepción y se inauguró la semana pasada después de la remodelación que duró poco más de dos meses. La remodelación fue un trabajo conjunto y no cabe duda que el resultado fue muy bueno. El aspecto del ex convento cambió por completo, la letura es elegante y de clase. Se logró resaltar aún más la belleza de este inmueble. Yo fui la responsable de la decoración y la restauración en este importante proyecto y me encantó ser parte del mismo por lo que implica. Por cuestiones profesionales y personales fue increíble poder formar parte del cambio positivo que se realizó. Como siempre he escrito, trabajar en obra y ver cómo se van ejecutando las acciones desde el día uno y ver cómo queda el inmueble el útlimo día, no tiene precio.
El inmueble durante la intervención |
Historia del inmueble y su orden religiosa
El Camino Real se encuentra ubicado en pleno
corazón del centro histórico de la Ciudad de Puebla, en la calle 7 poniente
entre 16 de septiembre y 3 sur, conocida hasta 1601 como “Calle del Hospital de
Ntra. Señora de la Limpia Concepción” (nombre que tenía por el Hospital de San
Juan de Letrán) y cambia a “Calle de la
Limpia de la Concepción”, dando crédito ya únicamente al convento.
Este convento llegó a ser uno de los más ricos y poderosos de la ciudad y fue muy reconocido por su coro. En 1732 se abrió el área de cúpulas y del coro de la Iglesia de la Concepción, adquiriendo esta agrupación un gran auge también en el país. Hacia 1765 abarcando ya toda la manzana interior, la orden de las Clarisas Concepcionistas, es reconocida por la Corona Española. Para este momento la Orden ya contaba en su patriomonio más de una tercera parte de los títulos de propiedad existentes de la ciudad.
Con la promulgación del Decreto de Exclaustración emitido por el entonces Presidente Benito Juárez, se abrieron las puertas del convento en 1856, para desalojar a las Concepcionistas, haciendo entrega él mismo, del convento al General Ignacio Zaragoza para volverlo cuartel militar que alojó al Ejército de Oriente y agardó el primer intento de invasión a Puebla por parte del Emperador Napoleón II. Durante la Batalla de Puebla, el convento jugó un papel muy importante como sitio estratégico, deteriorando notablemente la estructura del inmueble. Al contrario de otros inmuebles históricos de características similares, en 1903, el ex convento es devuelto a la Orden de las Concepcionistas (en mal estado arquitectónico y con afectaciones estructurales que hacen imposible prácticamente, su reconstrucción total). En 1932 la orden religiosa abandona definitivamente el lugar incrementándose su deterioro por la ocupación insalubre de familias que lo convirtieron en vecindad. Fue en 1988 que el arquitecto poblano Rodolfo Jiménez Brito, creó un fideicomiso y, con la participación de un grupo de inversionistas, inició la restauración del ex convento teniendo como primer proyecto un recinto para eventos sociales de alto nivel.
En 1996 abre sus puertas como el Hotel Camino Real Puebla.
Existen todavía vestigios pictóricos de las diferentes épocas y las diferentes ocupaciones, que hacen de este inmueble, único y rico en histroria y belleza.
La orden religiosa de las Concepcionistas son una rama de la segunda orden franciscana. Fue fundada por la Santa Beatriz Meneses da Silva en 1484. Las Concepcionistas se constituyeron en Orden el 17 de septiembre de 1511 ("Ad statum prosperum"), cuando Julio II, a instancias del Rey Don Fernando, les aprobó una regla propia, que no era sino la de Santa Clara, con el privilegio de poseer en común y ciertas mitigaciones en los ayunos, a la vez que se establecía una clausura férrea y se hacía hincapié en la naturaleza competitiva de la nueva orden. El texto de la regla y de las primeras constituciones (1514) fue redactado por Fray Francisco de los Ángeles Quiñones, Vicario provincial de Castilla.
Sus características principales son: probreza en común, hábito blanco con capa azul, clausura perpetua y dependencia de los franciscanos de la Observancia, con quienes tendrían en común un mismo cardenal protector.
Particular de la pintura mural de la época en la que fue cuartel militar |
La intervención
Los procesos que realizamos en el hotel se dividen en dos áreas: decoración y restauración/conservación.
Restauración de columnas de cantera
Aunque la propuesta original incluía la pintura mural del claustro (los arcos y diambulatorio), no se intervinieron. Esas pinturas sufrieron una desafortunada restauración en 1992 (se observan las marcas con la fecha sobre la pintura de los arcos, cosa que un restaurador NUNCA hace, debido a que nosotros no firmamos las obras, porque no las creamos, sólo eliminamos el deterioro). Pero no se tocaron en esta remodelación. Únicamente se restauraron las columnas de cantera del claustro.
"Reintegración cromática" realizada durante la intervención de 1992 |
Es evidente la capa de pintura original |
Si, es necesaria la restauración de estas pinturas, debido a que se está desprendiendo el aplanado (y a su vez el color) en algunas zonas por la presencia de humedad. La restauración de los años 90's no respetó ni materiales ni color en el original y la recuperación del mismo es importante.
Las 28 columnas del claustro fueron intervenidas en el 2012 por personas de la Escuela Taller de Puebla. Durante esta "restauración" le aplicaron una capa de cemento dándoles un aspecto "apagado, blancuzco y deslavado" a modo de "pátina". Nuestra propuesta incluía, en un inicio únicamente, la eliminación de dicha "pátina" para recuperar la lectura estética tanto de las columnas como del espacio en general, debido a que, por su belleza, era el área prioritaria durante la remodelación.
Cuando nosotros eliminamos alguna capa que cubre algo, sabemos que abajo podemos encontrar varias cosas. Pasa con un barniz oxidado, con la suciedad acumulada en la superficie, con las pátinas...
Eliminación de "pátina" de cemento por medio de una limpieza química y acción mecánica |
"Pátina" que cubría la totalidad de la superficie de las columnas |
El retiro de esta capa de cemento fue realizado por medio de una limpieza en seco y una limpieza en húmedo con solvente.
Mientras fuimos eliminando la "pátina" me di cuenta que debajo eran muy evidentes los resanes de cemento que también fueron aplicados, razón por la cual se cubrió toda la superficie. Los resanes, como he mencionado, deben tener ciertas características, entre las cuales está el nivel y el material constitutivo. Con el fin de cumplir con nuestro objetivo, que era la recuperación de la lectura estética, decidí reintegrar los resanes con polvo de cantera igualando el tono. Las juntas no se sustituyeron ni se repusieron faltantes, debido a los alcances del proyecto, pero se logró la homogeneidad deseada en esta área.
Particular de los resanes una vez eliminada la "pátina". Estos resanes afectaban aún más la lectura estética |
Una columna de cantera después de su restauración. |
Decoración
Artistas plásticos trabajando en el claustro |
Artista plástico durante la realización del elemento decorativo de los venados en puertas |
Se necesitaba "vestir" de manera elegante el hotel, por el uso que en la actualidad tiene el inmueble. Así que las propuestas, que se realizaron (utilizando la paleta elegida para el inmueble) a mano por artistas plásticos supervisados por mí, están formadas por elementos decorativos de la época del convento (S.XVI) como lo es el anagrama mariano, las flores de acanto, entre otros.
Los elementos decorativos que propusimos fueron complementados por los proyectistas y los plasmamos en ventanas y puertas del claustro. Además realizamos un listón decorativo con flores de acanto en exteriores del primer y segundo nivel.
Espacios que muestran los venados y el listón decorativo con las flores de acanto |
Particulas de la flor de acanto del listón |
Decoraciones terminadas |
Elemento decorativo terminado |